Hoy hemos comido una ensalada bien fresquita y que está buenísima. Las temperaturas de estos días auguran una primavera temprana ¡Aleluya! Adoro el sol, el calor y los días largos. Cuando llega el buen tiempo puedo pasarme horas, con un cerveza sin alcohol o una infusión, charlando en una terraza, y perder la noción del tiempo.

Conforme va pasando el frío comienzan a apetecerse este tipo de platos. Esta receta me la enseñó mi amiga María el pasado verano. Aprovecho la ocasión para mandarle un millón de besos y decirle que desde que no vive por aquí se la echa mucho de menos (verte solo dos veces al año es muy poco para todo lo que te quiero). Espero que puedas perdonarme por haberme apropiado de tu receta y haberle introducido algún cambio «a mi manera».

Desde que preparé esta ensalada por primera vez la hemos hecho en un montón de ocasiones. Todos los ingredientes por separado están super buenos y la combinación es deliciosa. Además, permite un millón de variantes, pudiendo añadir todos los ingredientes que más os gusten. En esta versión tenemos quinoa (de la que ya hemos hablado largamente en la receta de “quinoa con verduras”, aguacate (una fruta bien cargadita de ácidos grasos saludables), granada (la reina de los antioxidantes), y calabaza (rica en fibra, con gran cantidad de agua y baja en calorías). El queso feta o el rulo de cabra desmigado también le vienen a las mil maravillas.

La especia que yo utilizo para «alegrar» la calabaza se llama ras el hanout. Se trata de un mezcla marroquí que, según la variante, pueden incluir pimienta negra, comino, cardamomo, nuez moscada, canela, pimentón y jengibre entre otras. Podéis escoger las que queráis pero la idea es que el resultado sea aromático, dulzón y ligeramente picante.

Servido en una buena ración es un excelente plato único, aunque también puede emplearse como acompañamiento de, por ejemplo, cualquier carne o pescado a la plancha ¡Probadla como más os guste! ¡Buen provecho!

INGREDIENTES (para 4 personas):

• 1 puñadito de quinoa por persona
• 1 granada
• 1 aguacate
• 1 trozo de cebolla fresca o cebolleta
• 400 gr aprox. de calabaza
• ras el hanout (o la mezcla de especias que más os guste)
• hojas de hierbabuena (o menta) fresca
• el zumo de 1 limón
• AOVE (aceite de oliva virgen extra)  
• sal

PREPARACIÓN:

Hervir la quinoa en abundante agua hasta que los aritos se separen. Escurrir y dejar enfriar (si vamos a consumirla inmediatamente podemos utilizar agua para refrescarla). Por otro lado, precalentar el horno a unos 200 Cº, limpiar la calabaza, cortarla en taquitos y embadurnarlos con aceite de oliva, las especias y sal. A continuación, ponerlos en una fuente (o sobre papel vegetal en la bandeja del horno) y hornearlos hasta que estén tiernos y doraditos (moverlos de vez en cuando). Limpiar y cortar el aguacate en daditos, ponerlo en un bol, y rociarlo con el zumo del limón para que no se oxide. Cuando la calabaza esté lista, poner en una ensaladera todos los ingredientes: la quinoa, los granitos de granada, la cebolla fresca muy picadita, los taquitos de aguacate con el zumo de limón, una buena cantidad de hierbabuena fresca picada muy finita, aceite y sal. Mezclamos bien y volcamos encima los taquitos de calabaza aún templados. Os van a encantar. Prometido.