Puedo adelantaros que la receta de hoy os va a sorprender enormemente ¿Quién no ha pensado alguna vez que ojalá pudiera comer cosas tan apetecibles como el chorizo sin que engordaran tanto o sin que causaran estragos en su salud? Pues… Voilà! Sé que no os lo creéis pero cuando probéis esta sobrasada vegana no podréis parar de picar, y lo mejor de todo, con las calorías y los beneficios que encontraríais en cualquier ensalada.
Se trata de mi versión de la receta de paté de chorizo raw del blog “La mesa de Garnacha”. Este blog ha sido un gran descubrimiento en lo que a recetas saludables se refiere, donde su creadora, Josefina Maldonado, investiga constantemente para ofrecer gran cantidad de ideas con las que comer sano, rico y variado. Podéis encontrar un montón de recetas vegetarianas, veganas y/o raw (crudas o cocinadas por debajo de 45 grados) para disfrutar de este tipo de platos y no aburriros jamás.
Esta es una receta muy sencilla y con ingredientes que solemos tener siempre a mano. Quizás lo menos frecuente en nuestras cocinas sean las semillas o pipas de calabaza al natural, que las podéis encontrar en cualquier herboristería o tienda especializada en productos saludables. Luego podréis emplearlas en multitud de preparaciones, como por ejemplo en ensaladas.
Actualmente existe una corriente muy de moda que busca lograr las mejores versiones vegetarianas de platos de toda la vida. Poco a poco os iré mostrando algunas de las que ya hemos incorporado en casa como este y otros patés, quesos, hamburguesas o albóndigas vegetales. Veréis que algunos resultados son sorprendentemente parecidos y todos están deliciosos ¡Que disfrutéis!
INGREDIENTES:
- 20 g de tomates secos
- 15 g de semillas de calabaza al natural
- 1 pimiento rojo grande (o 2 pequeños)
- 1 cucharada de zumo de limón
- 40 ml de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
- 1 cucharita de ajo en polvo o un diente de ajo pequeño
- 1/2 cucharita de pimentón (dulce o picante, al gusto)
- 1 cucharita de orégano
- pimienta molida
- sal
PREPARACIÓN:
Poner los tomates secos y las pipas en un cuenco e hidratar con agua durante aprox. 2 horas. Precalentar el horno a 200º. Lavar bien el pimiento, envolverlo en papel de aluminio y hornear durante unos 30 min. Pasado ese tiempo, sacar del horno y dejarlo enfriar. Cuando el pimiento esté frío, pelarlo y ponerlo en el vaso de la batidora (también podemos utilizar la misma cantidad de pimiento asado envasado). Añadir el resto de ingredientes y batir enérgicamente hasta lograr una pasta homogénea. En el frigorífico, dentro de un bote hermético, se mantiene en perfecto estado durante varios días y se puede consumir para untar pan, como salsa, de relleno para pasta, para dipear con crudités o grisinis o para todo los que vuestra imaginación alcance.