El miércoles fue el cumpleaños de mi madre y nos reunimos todos en casa para celebrarlo. Me encanta encargarme de las tartas para las fiestas de cumpleaños de la familia. Es la excusa perfecta para meterme en la cocina a preparar «caprichitos» a lo grande que no suelo permitirme en días normales por sus cantidades ingentes de azúcar, harina, mantequilla y todo tipo de “maldades”.
Y para tan “ardua” labor Alma Obregón, de www.objetivocupcake.com, se ha convertido en mi mentora desde que la descubrí hace ya bastante tiempo. A Alma le debo mi redescubierto amor por la cocina y mi afición cada día mayor por el mundo de los blog y las redes sociales relacionadas con la gastronomía y la fotografía. Así me hice, poco a poco, con sus primeros tres libros: “Objetivo: Cupcake perfecto”, “Objetivo: Tarta perfecta” y “Objetivo: Galleta perfecta”. Al segundo de estos pertenece la receta que os traigo hoy.
En casa ya hemos probado su tarta de zanahoria, sus rollos de canela, su tarta de canela y manzana… y seguimos sumando. Todas las recetas quedan perfectas y el único “pero”, si existe alguno, es que a veces nos resultan algo dulces. El tema de la cantidad de azúcar en repostería es siempre cuestión de gustos y resulta bueno intentar retocarla, sin hacer excesivos cambios (porque ya conocemos la importancia de mantener las proporciones) hasta ajustarla a las preferencias de cada uno.
Y ahora, hablando de la tarta de queso, pienso que no debéis dejar de probarla. Es sorprendente el resultado tan profesional en un postre casero por su consistencia, textura y sabor. En casa somos expertos en cata de tartas de queso (porque las probamos todas allá donde vamos, jajajajaja) y esta nos ha conquistado, quedando incorporada oficialmente al repertorio de recetas familiares ¡Espero que la disfrutéis!
INGREDIENTES:
Para la base
- 170 gr. de galletas tipo Digestive
- 45 gr. de azúcar
- 95 gr. de mantequilla
Para el relleno
- 800 gr. de queso crema (tipo Philadelphia)
- 160 gr. de azúcar
- 2 cucharadas de harina
- 4 huevos
- 65 ml. de nata para montar
- 1 cucharadita de vainilla en pasta (o esencia de vainilla)
Para la salsa de frambuesa
- 300 gr. de frambuesas
- 70 gr. de azúcar
- 2 cucharadas de harina refinada de maíz (Maicena)
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 180 ºC, con calor arriba y abajo, y engrasamos con mantequilla un molde desmontable de alrededor de 20 cm. de diámetro. Trituramos las galletas hasta que queden como polvo y las mezclamos con el azúcar y la mantequilla derretida. Cubrimos el fondo del molde con esta pasta, subiendo ligeramente por la pared lateral, y lo metemos en el frigorífico para que se endurezca. Por otro lado, batimos el queso con el azúcar y la harina hasta lograr una mezcla homogénea. Incorporamos los huevos, la nata y la vainilla y seguimos mezclando. Rellenamos el molde con la mezcla y horneamos durante 15 min. a 180 ºC y durante 60 min. más a 120 ºC, o hasta que la tarta haya cuajado. Entonces, la sacamos del horno y cuando esté a temperatura ambiente pasamos un cuchillo entre la tarta y el molde (para evitar que se agriete) y la metemos en el frigorífico durante al menos 6h.
Podemos cubrirla con nuestra mermelada de frutos rojos preferida (fresas, frambuesas, moras, arándanos, etc.) o preparar una salsa con cualquiera de estas berries, calentándolas a fuego lento en un cazo, con el azúcar y la Maicena, sin dejar de remover hasta lograr un puré espeso. Dejamos enfriar y cubrimos con ella la tarta de queso.
Esta tarta debéis conservarla en el frigorífico, pero gana mucho si la sacáis unos 30 min. antes de consumirla ¡Uuuummmm!