Hay recetas que recuerdas en tu casa casi desde siempre. Aunque haya preparaciones mucho más elaboradas, esta tarta de manzana tiene algo que hace que nos encante a todos (y si no te das prisa… vuela). Yo siempre había pensado que la primera vez que la comí fue en casa de mi madrina Mercedes, y que había sido ella la que nos había dado la receta con la que habíamos seguido preparándola. Pero hace poco, hablando precisamente de lo que nos gusta a todos, fue ella la que me dijo que la receta había salido de casa de mis padres, y que éramos nosotras las que se la habíamos copiado en una hoja arrancada de cuaderno. Sea como fuere, de eso hace ya muchos años, y sigue siendo el recurso más habitual para el café o el té en las reuniones familiares del fin de semana. Es treméndamente sencilla, los ingredientes siempre están en la despensa y solo por el maravilloso olor que queda en toda la casa mientras está horneándose, solo por eso, merece la pena…
INGREDIENTES:
- 1 vaso de harina
- 1 vaso de azúcar
- 1 vaso de leche (se puede emplear leche vegetal)
- 3 huevos
- 1 sobre de levadura química (tipo Royal)
- 1 sobre de flanín El Niño
- 3 manzanas grandes
- mermelada de albaricoque
PREPARACIÓN:
Poner todos los ingredientes en el vaso de la batidora o el robot de cocina, menos la mermelada y una manzana, y batir hasta que la mezcla quede fina y sin grumos. Engrasar con mantequilla y espolvorear con harina, o forrar con papel de hornear, un molde de aproximadamente 25 cm. de diámetro, preferiblemente desmoldante o de silicona para que la tarta salga más fácilmente. Poner dentro la mezcla y meter en el horno, precalentado a 200 ºC con calor arriba y abajo, durante aproximadamente 20 min. o hasta que al pincharla el cuchillo salga limpio. Sacarla del horno, laminar en gajos finitos la manzana sobrante, colocarlos sobre la tarta y pintarla con la mermelada de albaricoque (si se calienta ligeramente en el microondas se extiende más fácilmente). Entonces meterla nuevamente en el horno, ahora con calor solo por arriba, hasta que esté doradita, pero sin dejar de vigilarla porque se quema rápidamente. Dejar enfriar y ¡a disfrutar!
¡Ay Carmen! ¡Qué ilusión más grande verte por aquí y saber que te gusta! Tengo mucho que aprender pero estoy muy entusiasmada con las recetas y las fotografías. Cuéntame si preparáis cositas en casa y que tal salen. Muchos besos para todos.
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Hola Ana, soy Carmen la madre de Caí, me entusiasma tu bloc, aquí tienes a una seguidora, un beso
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