Cuando estás deseando hacer una «maldad» y saltarte tu dieta flexivegetariana, raw, desintoxicante o cualquiera que sea la última versión de alimentación antiremordimiento de la que hayas caído preso, pocas opciones resultan más placenteras que hacerlo con una buena hamburguesa de esas a las que «no les falta un perejil». Si además es de ternera de calidad, está aliñada con mimo por quien sabe bien aquello que quiere la carne, y el pan lo has horneado en casa justo antes de comer, tu pecadillo se convierte en un festín digno de ser disfrutado; que una canita al aire de vez en cuando es la mejor fuente de energía para continuar llevando a cabo con ánimo nuestros mejores propósitos.
- Dentro de los bollitos pusimos, además de nuestra deliciosa hamburguesa, un mézclum de brotes tiernos, queso cremoso en lonchas, cebolla roja carameliza (dejándola sudar lentamente con un poco de AOVE y una pizca de azúcar moreno), mostaza de Dijon y un ketchup de calidad (siempre lo podemos hacer en casa, pero con el Heinz no hay lugar a error). Y para acompañar, unas patitas para guarnición hervidas y cortadas por la mitad, servidas con un poco de mayonesa de hierbas (con romero y tomillo).
La receta para nuestro pan de hamburguesa casero pertenece al libro «Recetas de Hamburguesas» de Tikal ediciones. Para elaborarlo, a la receta original le introdujimos alguna pequeña modificación, sólo respeto al amasado, ya que al tener en casa una Thermomix no puedo resistirme a preparar las masas con ella, debido tanto a la comodidad, como a la rapidez y a la limpieza. Si optáis por esta opción, solo debéis utilizar la velocidad espiga del robot, poniendo en contenido de los tres recipientes, y empleando el tiempo de amasado para cualquier receta estándar de pan. La original la podéis ver a continuación. Buen provecho.
INGREDIENTES:
- 150 ml de leche
- 1 sobre de levadura de panadería
- 2 huevos
- 25 ml de AOVE
- 2 cucharaditas de sal
- 500 gr de harina de fuerza
- 20 g de azúcar
- mezcla de semillas (sésamo, lino, girasol, amapola, etc.)
PREPARACIÓN:
Echar la levadura en un vaso y verter un poco de la leche para disolverla. En un cuenco aparte, batir el resto de leche con los huevos, el aceite y la sal. En otro más grande mezclar la harina con la levadura y posteriormente poner el contenido del vaso y del otro cuenco. Mezclar todo (se puede comenzar con una una cuchara de madera y continuar amasando con las manos). Cuando todo esté bien ligado formar una bola, colocarla en un bol previamente engrasado con aceite y taparla con un paño. Dejar levar la masa durante aproximadamente 1 hora o hasta que doble su tamaño. Pasado este tiempo amasar nuevamente y dividirla en 8 porciones iguales. Formar bolas y aplastarlas ligeramente sobre una bandeja de horno engrasada y espolvoreada con harina, o cubierta con papel vegetal. Estos panecillos se pueden pintar con un poco de agua o yema de huevo y poner sobre ellos semillas de sésamo o aquellas que más nos gusten. Nosotros hemos utilizado una mezcla de semillas variadas. Tapar de nuevo con el paño y dejar reposar otra hora o hasta que vuelvan a duplicar su volumen. Precalentar el horno a 220 ºC, con calor arriba y abajo. En el momento de meter los panecillos bajar la temperatura a 200 ºC, pulverizar el interior del horno con agua y cocinarlos entre 10 y 15 min o hasta que estén doraditos. «A comer» .